lunes, 19 de junio de 2017

Sonríe, ya has llegado.

Sonríe, ha merecido la pena. Tras un largo camino has llegado a donde tenías que estar. Eso es, respira, lo has conseguido. No te has dado cuenta pero, en este tiempo, no has hecho más que superar pruebas, mil y una piedras que has esquivado. Mil y un charcos donde te has mojado. Y ahora solo hay un valle, relájate y coge fuerzas. 

A veces el camino es complicado, lleno de situaciones que no entendemos. Hagas lo que hagas lo haces mal, pones más esfuerzo y empeño y, al final, todo se rompe. A veces no somos más que una hoja al viento en la marea de la vida de otros, en la que no encajamos ni podemos quedarnos. Llega como un torbellino, arrasa con todo y se lleva tu alma. Y piensas que estás viva, resucitas de un pasado que no era capaz de inspirar ni una chispa y aquí, aquí todo son llamas. 
Una vida en llamas no es una vida, es el fuego el que te atrapa y te incita a que intentes sofocarlo. Pero no puedes. Tú no puedes hacer nada, o sales corriendo o te encierras con él en silencio hasta que ya no quede vida, solo cenizas. 
Y me encerré. Y cerré con llave y con prisa para que nadie entrase y estropease mi perfecto infierno porque era nuestro y, eso, nadie podía igualarlo. Disfruté del calor, incendié mi piel con tus versos y creí que tu poesía abriría la puerta. Pero solo ponías peso. Y es que tú eras el diablo en ese infierno. Rey de tus propios tormentos. Así que intenté sacarte, de la mano te llevé de vuelta y allí fuera, solo encontré hielo. 

Fin de la historia. Resucita y respira, que te toca vivir de nuevo. 
Abrí los ojos y allí estaba, el azul más intenso que jamás había visto. Podías sentir el mar en su mirada y una brisa relajada que se llevaba cualquier problema. Como un ángel caído del cielo. Dos locos enamorados de la vida, juntos, contra todos los demás aprendiendo a vivir de nuevo sin límite de velocidad, sin pisar ningún freno. Una montaña nevada, que se fundió con un abrazo y en el mar sonríe de nuevo. Nunca vuelvas a ser nieve, que yo soy tu primavera. 

¿Y ahora? Ahora empieza otra batalla. Tienes que esforzarte otro poquito. Porque la vida se vive así, a poquitos. Y recuerda que nada es para siempre, disfruta del paisaje que pronto tendrás que partir hacia otro lugar de nuevo. Respira, que te lo has ganado. 

Y entonces, la calma. Una calma intensa, que me abraza, reconforta y me da alas, me hace sentir ligera y vuelo, cada vez más alto y allí arriba pienso si ésta será la calma que dicen que viene antes de la tormenta. La tormenta, y yo estoy en las nubes, tengo que bajar antes de que me caiga. Pero ya estoy muy arriba y siento el confort del cielo. Y ya no me siento ligera y mis alas ya no pueden conmigo y me caigo, poco a poco... vuelvo a la tierra.

Recuerda, empieza de nuevo. Afronta el miedo, cómetelo a besos que el destino es así de caprichoso y se derrite cuando sonríes.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Cuando menos te lo esperas, viene la vida y te sorprende

Cuando menos te lo esperas viene la vida y te sorprende. Puede que no con grandes descubrimientos o aventuras, pero sí con pequeños trazos del pasado que te hacen sonreir.

Cuando menos te lo esperas, la vida te da la vuelta. Te hace mirar todo desde otro punto de vista y de ahí, es de donde nacen los grandes cambios. Y es que como decía Einstein "No esperes resultados distintos haciendo siempre lo mismo".

Cuando dejas de buscar, es cuando empiezas a encontrarlo todo, empezando por uno mismo. Entonces es cuando una ola de paz te inunda y los pequeños baches dejan de parecer montañas. 

Porque ser consciente de que puedes lograr cualquier cosa que te propongas, es un don que la vida ha dado a todo el mundo, pero que no cualquiera es capaz de usar.

Tener confianza en uno mismo, gustarse, saber cuánto vale la vida de la que somos protagonistas. 


martes, 21 de octubre de 2014

Recuerdos

Voy a rescatar un clásico de mi antiguo blog, titulado "The show must go on". 

Sigo siendo yo. Sigo siendo la misma y aún así no entiendo qué está pasando. La vida debe haber cambiado, porque si el mundo siguiera siendo el mismo yo seguiría siendo feliz. Entonces son los demás los que han cambiado y yo no. O quizás los demás no han cambiado y la que ha cambiado he sido yo sin darme cuenta. ¿Y ha sido ese cambio positivo? Porque si ahora yo no soy feliz como lo era antes, es que he tenido que cambiar a peor y por eso los demás no quieren estar conmigo. O, he cambiado a mejor y no hay nadie comparable a mí; no, eso es menos probable.

Alomejor no depende de los cambios. O todo tiene que ver con ello. No sé la vida es ambigua. Lo que me hace feliz a mí a tí te era indiferente. Y que yo esté buscando una nueva ilusión significa que he tenido una antes. Pero así es la vida. Y quien no la entienda que no la critique. El secreto está en la forma de vivirla.
¡Eso es! 

La forma que he tenido de vivirla: dando lo mejor de mí. Porque no debería de tener nada malo. El odio es un lastre, el rencor un volcán que entra en erupción cuando todo lo demás está florecido. ¡Así es la vida! Y eso es lo único que no va a cambiar: el hecho de que la vida cambie, y se mueva y siga girando... Lo que tienes es reflejo de quién eres. Puede que se manifieste como un puñado de amigos más valiosos de lo que nunca podrás poseer ni imaginar o, como la serenidad más profunda en el alma y la bondad más pura: un don. 

No importa que hoy sea un día negro si sé apreciar su oscuridad, sabiendo que "sólo en la oscuridad se pueden ver las estrellas". Porque sólo en la oscuridad se dan los besos más sinceros, las palabras más amigas, los abrazos más fieles. Con los ojos cerrados solo vemos lo inmaterial; solo sentimos lo que el alma toca suavemente. En silencio.

Y podemos elegir encerrarnos en una tierna soledad. O abrir las puertas al mundo sin dejar de buscar un sueño que seguirá existiendo aún cuando toda la luz se haya ido, incluso cuando la vida cambie, o cambies tú o cambien los demás. Incluso cuando no tengas nada, seguirás estando contigo mismo. 


jueves, 2 de enero de 2014

Me gusta ver como a lo largo de los años, los momentos más emocionantes siguen vivos en mis recuerdos. Como por más que pase el tiempo, es como si nunca hubiera pasado. Son ciertas personas, un algo que se tiene o no se tiene.

Me gusta saber que mis pecados después de tanto, se han perdonado; que he sabido perdonar los de los demás, demostrando que era ignorancia y no maldad.

Porque en esta vida, todo se resume en lo que hemos vivido, en lo que hemos sentido, tocado, olido o visto. Y debemos sentirlo todo...he llorado tanto, que se me ha partido el corazón. He reido tanto, que me ha dolido el alma. Es la verdad, he sido tan feliz con las personas que han estado en mi vida, tan feliz, que los recuerdos se me amontonan en la cabeza y no soy capaz de elegir ninguno.

También he sido fría como el hielo, tan fría, que pasaba por la vida como una mera observadora. Pero pasara lo que pasara he vuelto a encontrar de vuelta el camino correcto, más tarde o más temprano. Siempre gracias a alguien, a veces solo gracias a mí.

Me gusta mirar al pasado y ver gente buena, gente ambiciosa, gente que merecía la pena. Y es que me habeis dado todas las buenas noticias del mundo, me habeis mostrado la parte especial de la vida, la magia del directo...

Quizás sea que, en el balance, pesa todo lo bueno pero os aseguro que cada uno ha sido una estrella en mi universo, en el cielo que nos une siempre a todos haciendo desaparecer la distancia. 

Arriesgándome a parecer ególatra, me gusta pensar que se encienden las sonrisas cuando se oye mi nombre, me gusta pensarlo y sé que es cierto. Por que no hace falta decir nada más que palabras desordenadas para que salte la chispa del recuerdo.  

Soy de esas personas que ayudan sin esperar nada a cambio, a veces. En realidad no esperas algo en contrapensación, más bien confío en que mi ayuda será agradecida y eso lo es todo.


No me gusta ver a la gente hundida en el peso de no quererse, personas que no se respetan. Es muy triste ver como intentan agarrarse a un clavo ardiendo para parecer mejores a pesar de que no lo son, y no porque no puedan, más bien porque no se atreven a parecer frágiles, a parecer humanos. Porque aunque haya personas que destruyen queriendo o sin querer nuestro espíritu, hemos sabido vencer a ese león que se creía indomable y que no sabe que está dentro de una jaula, atrapado en la amargura.


Lo peor que le puede pasar a alguien es olvidar o que le olviden.No creo que haber estado rodeado de tanta gente increible sea coincidencia, siempre creisteis en mí. 

Por eso, el único propósito que pido para el nuevo año, es ser yo misma.

...Diddy More!